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7.31.2022

FAIRY NATION

Página hecha sin fines de lucro, adaptaciones llevadas al Jikook, puedes visualizar los capítulos de cada historia y comentar en ellos a través del enlace a drive ubicado en los nombres de capítulos disponibles. Las historias concluidas son aquellas en las que el último capítulo subido es acompañado de la palabra "final".

HISTORIAS PROPIAS PUEDEN SER DISTINGUIDAS POR LA ETIQUETA Y CARACTER EN SU TÍTULO

Disfruta tu lectura y si tienes algunas sugerencias de historias que quisieras ver adaptadas deja tu comentario aquí abajo. De igual forma comentarios buenos o malos acerca de las historias mostradas son bien recibidos para futuros lectores de la página.

《ZONA JIKOOK, NO KOOKMIN》


LEPOREM



Jimin lo tiene todo, pero aun así no se siente bien al menos que humille a todos aquellos que no cumplen con sus estándares de perfección. Hasta que un día se mete con la persona equivocada, una extraña chica de su clase de inglés, que tiene el cabello verde y su apariencia no es precisamente agradable. como una broma, Jimin la deja plantada en el baile, luego descubre que la extraña ¡no es mas que una bruja que lo castiga con una maldición!
Existe la posibilidad, Jimin tiene dos años para encontrar a alguien que lo ame realmente, a pesar de su apariencia monstruosa; pero lo realmente difícil es que él también debe amar a esa persona o será una bestia por siempre.
Obra original: "Beastly" de Alex Flinn.

23 FINAL

INFIRMUM



Cuando Jeon Jungkook y Park Jimin se conocieron siendo niños, ellos no podrían haber sido más diferentes. Jungkook, un omega que era fuerte y hermoso, con cabello rubio rosáceo, risas y sonrisas brillantes. Jimin era oscuro, un alfa melancólico y obsesionado con ver cosas muriendo. El par forjó una improbable amistad, única y extraña. Hasta que fueron destrozados por la enfermiza crueldad de otros, separados durante años, ambos encerrados en un infierno perpetuo.
Once años más tarde, Jimin está de vuelta por su chico. De vuelta al lugar del cual pensaba que no había retorno. De regreso para buscar venganza de quienes les hicieron daño.
El tiempo ha hecho que el alma de Jimin sea más oscura, contaminada por el odio y la sed de sangre. El tiempo ha convertido a Jungkook en una cáscara de lo que era, un pequeño chico perdido en la inmensidad de su dolor.
Jimin saca a Jungkook de su prisión mental, reviviendo la esencia de quien una vez fue, en la boca del lobo donde van a ir. Con maldad en sus corazones y venganza en sus venas, buscarán a quienes les hicieron daño y los destruirán.
Uno a la vez.
Cada uno más letal que el anterior..
Tic Tac.
ADAPTACIÓN HECHA SIN FINES DE LUCRO. OBRA ORIGINAL DE TILLIE COLLE, “SICK FUX”



CAP2
CAP3
CAP4
CAP5


SAGA CIUDADES

1. OS


En el Pandemónium, la discoteca de moda de Nueva York, Jungkook sigue a un atractivo chico de pelo azul hasta que presencia su muerte a manos de tres jóvenes cubiertos de extraños tatuajes. Desde esa noche, su destino se une al de esos tres cazadores de sombras, guerreros dedicados a liberar a la tierra de demonios y, sobre todo, al de Jimin, un chico con aspecto de ángel y tendencia a actuar como un idiota... con quien descubrirá un extraordinario y feroz mundo que es invisible al ojo humano, el mundo al que Jeon pertenece de verdad y el cual tiene que proteger.
“Hay un mundo oculto dentro del nuestro”
ADAPTACIÓN HECHA SIN FINES DE LUCRO, OBRA ORIGINAL DE CASSANDRA CLARE. SAGA: THE MORTAL INSTRUMENTS


2. CINIS


Jeon Jungkook desearía que su vida volviera a la normalidad. Si pudiera dejar atrás el mundo de los cazadores de sombras tendría más tiempo para Hoseok, su mejor amigo, que se está convirtiendo en algo más... Pero el mundo subterráneo que acaba de descubrir no está preparado para dejarlo ir; en especial ese apuesto y exasperante Jimin. Para complicar las cosas, una ola de asesinatos sacude la ciudad. Jungkook cree que MinHo está detrás de esas muertes, pero ¿Cómo podrá detenerle si Jimin parece dispuesto a traicionar todo en lo que cree para ayudar a su padre?  

ADAPTACIÓN HECHA SIN FINES DE LUCRO, OBRA ORIGINAL DE CASSANDRA CLARE. SAGA: THE MORTAL INSTRUMENTS



7.30.2022

TAL VEZ EN OTRA VIDA



Cuando las trompetas y tambores inauguran la graduación de Jimin, la pequeña confesión que recibe pone borracho a su corazón y la línea entre realismo y surrealismo se difumina.

—Jungkook, tal vez en otra vida…
HISTORIA PROPIA
ONE-SHOT (ÚNICO CAPÍTULO)

—Te extrañaremos Jimin-shi, de eso no tengas duda —me dijo Seulgi apachurrándome entre sus brazos, solo pude soltar risitas nasales y alborotarle el cabello.

—Yo también, chicos, pero me han prometido visitarme, ¡no lo olviden! —ahora cuatro pares de brazos me rodearon y danzamos en círculo riendo y juntando nuestras cabezas, todo era nostálgico tan de repente.

—Alguien llorará pronto —canturreo Hobi, aligerando el ambiente.

—Ya, hyung —el gimoteo de Taehyung retrasó el paso de las lágrimas en nuestros ojos —mejor vayamos a comer, no he desayunado —sus manos comenzaron a tirar de mis hombros, entonces lo recordé, mi carpeta de trabajos seguía en el aula.

—Oh, mmm, chicos, adelántense que iré por mis trabajos —dicho eso ellos siguieron a la sala del bufet y yo a mi aula, a mi ex aula. No había nadie dentro cuando asomé mi cabeza, no había sonido alguno salvo el de las trompetas y tambores de la banda de guerra que seguía despidiendo a otras licenciaturas. Las carpetas de estudiantes, como antes ya nos había mencionado el director que estarían en la mesa del profesor así era, no fue fácil encontrar la mía entre tantos trabajos pero cuando lo hice no pude evitar observar ciertos trabajos un tanto… bajos en calidad. Estuve a punto de salir inmediatamente del salón, pero el pensamiento de que no volvería a ver este espacio, a recorrer estos pasillos, a charlar con mis compañeros ni a divertirme con los mensajes escritos en mi pupitre me hizo regresar los pocos pasos que había avanzado a la salida, me acerque a mi pupitre que se encontraba al frente de la mesa del profesor y la sorpresa no tardó en llegar a mí cuando note el sobre azul ultramar en este, más aun cuando tenía mi nombre. Era ligero, el material no era fácil de romper y lamente el tener que romperlo para poder sacar el papel doblado de dentro, era un detalle tan bonito el que mi nombre fuera impreso en motivos magentas de diminutas siluetas de bailarines. La pequeña cartita que estaba doblada en tres desprendía un olor a caramelo quemado y la letra más bonita que en mi vida había visto le dio la bienvenida a mis pupilas a aquella confesión.


“Jiminnie

Puede parecer tonto y maleducado el dejarte esta pequeña carta en tu pupitre, más cuando es tu graduación y deberías de estar con tus amigos disfrutando de la fiesta y toda esa comida que estoy seguro que habrá en el comedor, pero no podía callarme… bueeeeno, técnicamente sigo callado, pero no podía guardarme estas palabas solo para mí. ¿sabes? Desde el día en que coincidimos por primera vez en la clase de literatura llamaste mi atención, pero no me malentiendas, Jiminnie, eres guapo, y todos conocíamos tu nombre por ser el presidente del consejo estudiantil, el niño bonito de regordetas mejillas; pero lo que me gusto de ti y por lo que mi vista no se pudo apartar de ti desde aquel momento fue por tus ojitos que sonrían incluso antes que tu boca, tu risita de bebé tan dulce era mi nana de dormir, mi canción de cuna, y tus ocasionales actitudes sexys me tenían como un bobo derritiéndome y acallando los gritos de emoción que luchaban por salir de mi garganta cuando los profesores te hacían pasar lista y me nombrabas.

Después me fije en que teníamos gustos similares, las sagas que a mí me gustaban leer ¡a ti también!, y cuando te veía leer un libro que no conocía lo descargaba y trataba de ponerme a la par de ti para entenderte un poquito mejor, se que nunca te fijaste, pero tengo que agradecerte por eso, Jiminnie, porque me hiciste tener una mejor cultura y menos errores horrográficos.

Ambos leíamos lo mismo, veíamos los mismos animes, leíamos los mismos mangas y nos gustaba el mismo género de canciones, y por eso no pude evitar pensar que, tal vez, en otra vida pudimos haber sido amigos, tal vez incluso mejores amigos, y no solo simples compañeros de clase como lo fuimos. Pero en esta vida nuestras actitudes no pudieron ser más diferentes, yo soy el callado niño rarito sentado entre tantos grandulones que le tapan la vista de la pizarra pero que nunca se quejó porque me daba vergüenza, y tú, señorito Jimin, fuiste el presidente estudiantil más honesto que hemos tenido, eres una bolita de alegría apachurrable que ilumina los días tristes de todos aun si no son amigos cercanos, porque siempre estabas para nosotros, y nos anteponías antes incluso que a ti mismo, como en ese horrible sismo que hubo y por el que me termine de enamorar de ti, mi luz.

Eran épocas de exámenes finales y teníamos que presentarnos formales, los incomodos trajes que vestíamos todos y las chicas con vestidos y tacones, todo quedo olvidado cuando las ventanas rezumbaron y el suelo comenzó a saltar, haciendo caer una lámpara al frente del aula y desatar el caos. No sabía que era tan miedoso hasta que vi a todos salir apresurados del salón pero yo no me podía mover, mis lágrimas corrían por mis mejillas pero yo seguía sin moverme, cuando el dolor exploto en mi tobillo por la mesa que cayó en él pensé que estaba viendo mis últimos momentos, pero entonces ahí estabas, no te escuche llegar ni gritar mi nombre, solo sentí tus brazos rodearme y cargarme como princesa hasta la esquina del aula, bajo el marco de la puerta, mis sollozos fueron tan fuertes que guiaste con tu mano mi nuca y escondiste mi rostro en tu cuello hasta que el movimiento ceso, pero ni así me soltaste, incluso me apretaste más contra ti, no negare que eso me confundió, pero después me di cuenta de que tal vez también tenías miedo y por eso también tardaste en salir, ¡pero no te preocupes Jiminnie!, tu secreto está a salvo conmigo.

Tal vez en otra vida, en otro universo paralelo o en otra línea temporal no solo me desmayé en tus brazos y desperté confundido en la enfermería con mi pierna vendada y tú sentado junto a mí sonriéndome con alivio, tal vez en esa vida yo me aferré a ti y tú a mí, consolándonos con un besito, ¡solo un piquito!

Soñaba con que éramos amigos, con que yo ya no tenía que fingir interés en conversaciones banales que no me interesaban, que no tenía que resignarme con los amigos que tenía y que solo me veían como el cerebrito y la copiadora del equipo, soñaba con una vida en la que éramos amigos y los temas y risas eran sinceras, no forzadas, pero todo era demasiado surrealista para ser cierto y lo máximo a lo que llegamos fue a hablarnos más seguido y a saludarnos tras el accidente del sismo.

Espero nunca me hayas estereotipado como acosador, ¡porque no lo era, aunque pareciera! Solo que cuando mi vista se dirigía al profesor sentado frente a ti tu siempre volteabas en ese momento y no tenia de otra mas que esconderme en el libro que abría y en el que hundía mi rostro caliente, no creas que no vi nunca tu sonrisita cuando eso sucedía, y tengo que decirte que estoy muuuy enojado por hacerlo incluso más seguido y a propósito señorito presidente estudiantil.

Sé que para este momento ya habrás deducido quien soy, Jimin, y si no lo has hecho, (que lento)

¡No es cierto! Solo escribí eso como broma pero no quiero que se vea feo si tacho eso, así que haremos como que no leíste esa partecita entre paréntesis XD (y omitiremos también que acabo de usar el equisde)

Jeon Jungkook, el niño callado y retraído de tu clase de literatura, es quien te escribe esto, y sé que lo sabes ¿no? Tú lo habrás entendido para este entonces, si aún no lo entiendes, escúchame Jimin…”



—Me gustas —Ni siquiera note la presencia detrás mía ni la respiración acelerada de la cerecita sudorosa detrás de mí, boquee sin saber que decir y salí de mi bloqueo al notar el brillo de sus ojos irse apagando poco a poco ante mi silencio, así que al fijarme en su cabello, salí de mi adormecimiento.

—Lo has cambiado —me referí a su cabello ahora rojizo y no pude evitar pasar mis dedos por él, llevando parte de su fleco lejos de sus ojos y dejando a la vista su carita pálida.

—Jimin, sé que es injusto lo que he dejado en tu butaca, pero no creo que pudiera guardar más estas palabras, puede ser que ni siquiera hayas reparado en mí en estos años que nos conocemos pero mi corazón así lo quiso y fue hacia ti, tal vez si no fuéramos de distintos grupos o distintas amistades nos hubiéramos acercado más pero así fue como paso, así que Jimin, necesitaba decirte estas palabras para poder en un futuro seguir adelante sin el pensamiento del “hubiera”, solo no seas tan duro con las palabras —su voz se fue apagando poco a poco hasta que tuve que forzar a mi oído a escuchar sus últimas palabras. Esperaba una respuesta, Jungkook esperaba que lo rechazara de forma suave. Inhale el aire que me estaba empezando a hacer falta y trate de secar el sudor de las palmas de mis manos en los pantalones. El ruido de la banda de guerra se estaba atenuando poco a poco para el cierre final. Nuestro cierre.

—Jungkook, tal vez en otra vida… —mi garganta se reseco y tuve que carraspear para seguir con lo que tenía que decir, él esquivaba mi mirada y trataba de ocultar las lágrimas que comenzaban a asomar en sus pestañas, bajaba la cabeza y fue cuando vi que se abrazó el cuerpo con las manos en los codos que proseguí —hubiéramos perdido la oportunidad —inmediatamente y como un resorte su rostro se levantó y me observo mudo, sin emociones, el desconcierto comenzó a abrirse paso en sus facciones mientras me acercaba hasta estar a pulgadas de él, el tambor siguiendo mis pisadas, y las trompetas acompañando el movimiento que mis manos hicieron hasta llegar a su nuca y juntar nuestras frentes. De pronto el silencio reino, la banda de guerra había tocado su última nota. 

Podía sentir su pulso errático igual que el mío, nuestros ojos cerrados y nuestras frentes y narices chocando, el respiraba mi aire y yo el suyo, las palabras no eran suficientes para expresar lo que sentíamos al unir nuestro ritmo cardiaco, nuestras fragancias. Besé sus parpados cerrados y sentí su cuerpecito estremecerse contra mí, sus manos y dedos aferrándose a mis hombros mientras nuestras mejillas calientes se rozaban —Me gustas Jungkookie, tal vez un poco más que demasiado —y cerrando nuestras confesiones besé sus labios tibios que temblaron bajo los míos, la piel regordeta del inferior siendo succionada, el chasquido y respiraciones suaves y casi nulas fueron todo para entender que no debía temer más. Que no debía temer el ser descubierto mirando al chico sentado en medio de los más altos del salón, temer el ser demasiado lento para leer a la par que Jungkook, temer el perderlo por un fenómeno natural y el querer protegerlo incluso si yo resultaba herido, así que por primera vez desde que vi al chico asustadizo castaño con ojos de ciervo y labios hermosos, desde que escuche su voz dulce y risas infantiles, desde que me supe enamorado de él, puedo ser completamente feliz, incluso si un Jimin de otra vida trata de quitármelo, sería capaz de luchar contra mi mismo, porque en esta vida, Jungkook y yo estaremos juntos.





7.29.2022

PULCHRA CREATURAE


La oscuridad no puede conducirte fuera de la oscuridad: sólo la luz puede hacer eso. El odio no
puede conducirte fuera del odio; sólo el amor puede hacer eso.
Martin Luther King Jr.

En Bukchon Hanok Village, un rincón perdido de la dinastía Joseon, en Busan, Park Jimin lucha por vencer su aburrimiento, hasta que un día se encuentra con Jeon Jungkook, literalmente, el chico de sus sueños... y de sus pesadillas. Por su parte, Jungkook es apuesto, misterioso, diferente y, por algún extraño motivo, cada mañana aparece en clase con un número pintado en el reverso de la mano. Algo más que suficiente para que los prejuiciosos vecinos del pueblo lo califiquen de raro. Sin embargo, él tiene muchos más problemas con los que lidiar: es un Caster y, al igual que el resto de su familia, está maldito.
Sólo con la ayuda de Jimin y de los fantasmas de sus antepasados podrá dar con una solución en una carrera contrarreloj en la cual Jungkook podría perder algo más que su propia vida.




SI NO ME VUELVEN A VER

El viejo roble me recibe con los brazos abiertos, con una sonrisa macabra y lastimera entre las líneas de su corteza, ahí a sus pies, en donde te volviste Turmalina entre alfombrilla de carbón; donde ahora mismo saco todo mi miedo, vertiéndolo en la única persona inocente de mis debilidades, de mis temores.
Me ajusto el largo abrigo antes de dejarme caer entre las húmedas hebras verdes y sacar el libro que en el bolsillo se resguardaba del frío invierno.
La última obra de este reconocido escritor omega.
Jeon Jungkook.
Las primeras líneas comienzan el envolvente ritmo que me introduce en su mundo, en sus recuerdos y sus vivencias; en la infancia que le fue arrebatada por los prejuicios de los profesores, en las humillaciones que marchitaron su alma, en las agresiones que la corrompieron. Nos lleva al fatídico día en que la pintura le fue arrojada cuan lluvia roja sobre su cabeza y la cruel imitación de la novela de Stephen King resucitó en él, los ecos de las risas de sus compañeros de clase que formaron parte de aquella broma surgen de entre las brumas de una memoria que creía olvidada hace años, las páginas cambian y con ellas el escenario; nos comenzamos a sumergir ahora entre los inocentes sentimientos del primer amor, el primer amor que nuestro protagonista creía recíproco pero que no resultó ser más que una forma de ganancia para el cazador, cazador que atrapado en su misma trampa quedó inmovilizado, pero que demasiado tarde afrontó la derrota. Nos relatan el primer resquebrajamiento de la inocencia de nuestro pequeño niño, el incipiente inicio de ira en él, el brote de venganza que comenzó a forjarse en su corazón cuando todo la clase humilló su manera de vestir ocasionando que cinco años después él no pueda salir de casa sin un abrigo puesto. El pasar de las páginas secreta a su paso un amargo aroma tan constante que la esencia se vuelve parte del lector; y el esfuerzo por aguantar el llanto se hace insoportable al saber que este chico que hemos leído crecer se ha vuelto una cáscara de lo que un día fue, que nadie conoce lo que ha pasado realmente en él, las marcas, las cicatrices que porta su alma. El día en el que su mayor secreto durante 3 años fue confesado al eco del alba, frente a su madre, el llanto se vuelve incontenible, el recordar cuando las sucias e impudorosas manos rasgaron y disolvieron la última parte sana e intocable del chico, cuando los gritos fueron acallados por las sucias palma designios de actos ruines y la piel fue expuesta, la sangre que de las uñas brotaba en un frenesí descontrolado al querer impedir que aquel monstruo se abalanzara, y la resignación e impotencia que como lector te produce el leer aquella tortura. La sangrante herida no hace mas que empeorar al leer que presa de la culpa y el miedo, él no pudo confesar su constante pensamiento, su atracción hacia las cuchillas y su deseo de dormir eternamente.
Con la llegada del atardecer, llego a los últimos capítulos, en donde la esencia del hombre en quien se convirtió aquel chico destruido se hace notar, nos damos cuenta de las consecuencias de aquel abuso y de su miedo a los de su mismo sexo, así como leemos por catorce páginas una constante lucha de culpa en su interior por perder a aquel ser que albergaba en su vientre aún antes de conocer su existencia. Si algo bueno e inesperado pasa a contra corriente de la crudeza del libro, es la llama de afecto y protección que recibe el protagonista de parte de su cazador, la chispa que comenzó como una apuesta y se transforma poco a poco a cariño, apego, amor... destrucción. El cazador que se convirtió en un guerrero digno de honor al permanecer al lado de su omega aún cuando este fue corrompido, cuando fue disuelto y cuando fue consumido por su odio y miedo. El caballero del que como personaje coprotagonista los detalles no llegamos a entender ni llegamos a ver las señales que fueron su guillotina. Lo que más te rompía el corazón era leer el lazo tan estrecho que ambos protagonistas tenían, y el amor puro que entre las sombras surgió. El como el chico de rizos negros y ojos pequeños logró sacar de la anemia y caparazón a su chico de brillosos ojos tristes, y el cómo parecería que lo alimentaba con su propia alma y vida, marchitándose a él mismo con tal de verlo bien.
Las últimas hojas del último capítulo están terminando y el presentimiento de un final feliz se aleja, dejándonos con suspiros pesados al leer como tras varios intentos fallidos y ocultos de marcharse, aquel caballero consigue su insignia a la puerta dorada, dejando a su chico de ojos tristes con un aura de vida.
Aura que el autor nos relata que fue siempre fingida pero que nadie detectó.
El primer año él se negó a visitarlo, se negó a aceptar su partida y a verlo ahora como una fría roca grabada con su nombre cuando antes fue luz y chispa en la vida de cualquiera; a los catorce meses de su partida, las inesperadas sonrisas y salidas con sus mejores amigos se hicieron presentes, sorprendiendo a sus cercanos, a su familia y amistades, quienes cometieron el primer error, confiar.
A los dieciséis meses, él comenzó la escritura de cartas y canciones que coincidían en solo un objetivo, despedirse; comenzó la creación de dibujos y la adaptación de sus novelas favoritas, comenzó a mejorar la comunicación con sus padres, y comenzó a pensar en el momento adecuado, pero había algo que le impedía marcharse: miedo por lo que su familia sentiría.
Fue a los veinte meses cuando dejo de tener ese miedo y cuando se atrevió a ir por primera y última vez a la morada de su amado, llevando su último libro publicado y puesto en venta ese mismo día. Fue así como a la sombra de aquel viejo roble termina la lectura de su último libro, en donde el epílogo es su nota final de despedida.
Cierro el libro y me apoyo en la roca cálida a mi espalda, a esta altura las estrellas comienzan a hacerse visibles y el viento persistente. Los dedos me duelen de frío, pero me las ingenio para guardar el libro en el bolsillo de mi abrigo violeta, su color favorito. Las margaritas que he traído conmigo yacen junto a mi y sobre lo que un día fue su cuerpo. Me recuesto al comenzar a sentir los mareos y la lengua pegada al paladar, cuando lanzo el primer vómito la consistencia rojiza me da la señal, no me queda mucho tiempo.
Supongo que las pastillas al fin hacen efecto.
Siento la tierra debajo de mi al caer de espaldas al no soportar más mi peso, los pitidos se hacen más constantes y agudos, y supongo que la gente tiene razón, porque comienzo a recordar los momentos que acabo de leer, las sonrisas que no olvidaré, el calor de los abrazos de mi madre, el esfuerzo de mi padre por sacarnos adelante, las sonrisas cómplices con mi hermana, las risas y travesuras de mis mejores amigos, las canciones escritas que he dejado sobre mi cama, y los dibujos que he guardado. Recuerdo a los profesores que me ayudaron a creer en mi intelecto y a los compañeros que aún al no conocerme realmente, trataron de animarme. Vago por los recuerdos de mis constantes caídas y no puedo evitar la sonrisa que se forma en mi boca aún cuando las comisuras se manchan de rojo y los latidos ahora duelen.
Entonces recuerdo mi primer beso, los abrazos que compartimos y el cálido liquido que corría por nuestras venas al solo cruzar miradas, el como algo tan puro pudo ser encontrado en tierra; y si de algo me arrepentimiento, es de no dejar que todas las fotografías que pudieron ser tomadas, vieran la luz, ahora no hay fotografías mas recientes de mí desde mis doce años.
Con el cuerpo frío y ojos ciegos, rememoro mi última interacción con mi familia, y solo entonces, el último soplo de mi descompuesto corazón retumba, punzante, pero esperado.

ONLY JEON JUNGKOOK



       

La primera vez que Jeon Jungkook vio a Park Jimin, flipó. La primera vez que Jimin vio a Jungkook, corrió. Eso es más o menos el patrón para estos dos vecinos hasta el octavo grado, cuando, mientras Jungkook se está dando cuenta de que Jimin no es tan maravilloso como pensaba, Jimin está empezando a ver que Jungkook es bastante asombroso. Situaciones en donde ambos adolescentes logran ver más allá de la superficie de las cosas y se unen para dar lugar a un romance cómico y conmovedor.

Adaptación sin fines de lucro de la obra original Flipped de  Wendelin Van Draanen.


1. IRRUMPIENDO

2. FLIPÉ

3. AMIGO

4. EL ÁRBOL DE SICOMORO

5. ¡BRAWK, BRAWK, BRAWK!

6. LOS HUEVOS

7. CÁLMATE, HOMBRE

8. EL PATIO

9. AMENAZA INMINENTE Y MALOLIENTE

10. LA VISITA

11. PELOS DE PUNTA

12. LA CENA

13. ENLOQUECIDO

14. FINAL